Eth nòste projècte ei Aran. Aran ès tu

En Aran tenemos motivos para la esperanza

Hoy podemos decir, de nuevo, que la Val d’Aran es capaz de desafiar las dificultades del presente para hacer de ellas una nueva oportunidad de crecimiento económico y, por tanto, de generación de riqueza y trabajo. Hoy certificamos, de nuevo, que Aran es un país emprendedor, inquieto, trabajador, que se esfuerza, persevera y sabe adaptarse a los tiempos y a las exigencias de los nuevos desafíos.

Hoy podemos estar razonablemente satisfechos por el esfuerzo realizado por el conjunto del sector, desde el hotelero y de la restauración hasta el de comercio y servicios; por las inversiones que Baqueira Beret ha realizado en nuevas infraestructuras y equipamientos en plena época de crisis; por el trabajo constante de organismos como Torisme Val d’Aran para la promoción de Aran en ferias internacionales o en encuentros turísticos y comerciales.

El Gobierno del Conselh Generau está llevando a cabo una tarea ingente, iniciada hace tres años, para asentar las bases de una economía turística que sabe sacar partido del esquí, promocionándolo y complementándolo con actividades de montaña. Una economía, por tanto, que quiere alcanzar los objectivos de desestacionalización, que busca la proyección internacional a través de su marca y que tiene que devenir sostenible en el tiempo.

Acciones como la creación de la marca Val d’Aran, la constitución de distintos clubs de producto o la puesta en marcha de potentes portales web de promoción van en esta dirección. La última de ellas es el impulso de una fundación con participación privada para la creación y la comercialización de los productos turísticos. Éste es un nuevo paso que había que dar siguiendo el camino trazado hasta ahora con el sector.

Esta nueva fundación, abierta a todos los que quieran participar, iniciará su andadura con el Conselh Generau, el Grèmi d’Ostalaria dera Val d’Aran, la Cámara de Comercio y Baqueira Beret, a los que hay que agradecer su apuesta en unos momentos de mayor competencia, en los que se nos exige más para capitalizar la marca turística y velar también por el bien común del sector y del conjunto del Valle de Aran.

Aquí es donde, en nuestra dimensión como país pequeño, reside nuestra grandeza colectiva: en la suma de todos y todas para alcanzar una meta común. Por eso, estoy más convencido que nunca de que tenemos, como país, motivos para la esperanza, para afrontar el futuro con garantías y para, en suma, hacer de Aran una tierra de progreso y oportunidades, un país fuerte, moderno y respetado.

Para ello, hay que tener proyecto de país, estar al lado de las personas, y trabajar por el bien de todos, sin distinciones, porque el esfuerzo que dedicamos a la economía y al trabajo es también un esfuerzo a favor de la sanidad y el bienestar, las infraestructuras y el medio ambiente, la cultura y el aranés y, cómo no, el autogobierno. Ése es nuestro horizonte, porque el presente que construimos está abierto y sólo podremos alcanzar el futuro con la misma cohesión y determinación. Porque sólo juntos, podemos.

Francés X. Boya Alós, sindic d’Aran