Con este documento, los firmantes queremos trabajar a favor de una sociedad unida por el progreso y la esperanza, a pesar de las dificultades actuales, o, precisamente, por causa de estas dificultades, agravadas por unas políticas de recortes injustas socialmente e ineficaces económicamente. Conscientes del grave desprestigio que sufre la política, es indispensable que una iniciativa así no se cierre en sí misma, y por eso queremos convocar a la participación de la gente en el planteamiento de una nueva hoja de ruta para Aran en los próximos años.
Creo que, por su singularidad, Aran requiere una propuesta concreta y específica, inequívocamente autónoma de otras voluntades. Por eso, no puedo compartir la sumisión de la que últimamente hace gala el partido en el Conselh respecto de CiU en Barcelona. Es la hora de defender más Aran y de decir la verdad a los araneses, en unos momentos en los que planea sobre el ambiente la condonación de la deuda de la Generalitat con el país, de 4 millones de euros, por parte del gobierno aranés.
Es la hora de plantear un acuerdo nacional por el progreso que refuerce nuestra singularidad política y nuestros lazos de solidaridad con los que más padecen en nuestro país, como los parados, los jóvenes o nuestra gente mayor, evitando una fractura social e intergeneracional, de la que costaría mucho resarcirse, si se llegara a producir.
Para nosotros, el progreso va ligado a la defensa clara del autogobierno y de su “soberanía financiera”, como decimos en el manifiesto. Aran gestiona competencias clave en la reactivación económica, como la promoción turística, y en el desarrollo del Estado de bienestar, como la sanidad y los servicios sociales. Éste es nuestro Modelo Aranés por una sanidad, unos servicios sociales y de bomberos y emergencias públicos, ejemplares y de calidad, que hay que saber preservar.
Partiendo de la base que para tener buenos servicios, son necesarios una buena gestión y una buena financiación, la autonomía que queremos tiene que desarrollarse a través de un marco estable que no dependa tanto de la voluntad política ni de las previsiones anuales de la Generalitat. Dicho de otro modo, pedimos un Acuerdo de Financiación más ambicioso y justo, que permita prestar con eficacia y proximidad las competencias que gestiona actualmente el Conselh Generau.
Pero, para ello, hay que empezar primero por casa, dignificando las instituciones de autogobierno y exigiendo responsabilidad y ejemplaridad a nuestros gobernantes. Falta también un proyecto claro de país que apueste por una economía capaz de asegurar el turismo de nieve y de abrir nuevas vías de desestacionalización a través de proyectos reales y concretos que complementen la oferta existente y ayuden a nuestras empresas a generar actividad económica y trabajo durante todo el año.
Compromís per Aran da apoyo explícito a la educación a través de la labor de la escuela aranesa y el Institut d’Aran, y considera indispensable estar al lado de los jóvenes para ayudarles con el fomento de iniciativas de formación y trabajo, como el Centro de Innovación Empresarial proyectado por el anterior gobierno en Casau. El equilibrio medioambiental forma parte también de nuestras preocupaciones, tanto como reemprender el liderazgo pirenaico y contribuir a una perspectiva plural de Catalunya y el Estado.
Como véis, son varias las aportaciones que ofrecemos a la sociedad aranesa para emprender un nuevo camino de progreso, justicia y esperanza en Aran. Éste es nuestro compromiso. Un compromiso que queremos compartir y concretar en los próximos meses, implicando a la ciudadanía aranesa a través de distintas iniciativas de debate, reflexión y acción renovadas, más allá de las barreras ideológicas o partidistas. Estoy convencido que sólo con actitudes valientes y compromiso colectivo podremos superar estos momentos tan difíciles y avanzar hacia un Aran más próspero y equitativo. La tarea acaba de empezar.
Francés X. Boya Alós, senador y secretario general de Unitat d’Aran