Entrevista a Francés Boya, Secretari Generau d’Unitat d’Aran

“ARAN TIENE UN GOBIERNO SIN UN PROYECTO QUE LO AVALE”

Francés Boya Alós. Diputado provincial y Consejero portavoz d’UA en el Conselh Generau d’Aran;

Actualmente ejerce de portavoz de Unitat d’Aran en la Diputación de Lleida, ¿qué destacaría de las acciones realizadas hasta el momento por su grupo?

Trabajamos en dos líneas claras que convergen. La primera en el impulso de las infraestructuras que necesita el Pirineo en general y Aran en particular. En este sentido, las iniciativas en favor de la N-230, que han propiciado unidad de acción con la Diputación de Huesca; o las mociones para ayudar a los pequeños municipios en su lucha contra la despoblación; otras en favor de los ganaderos de montaña, etc. Por otro lado, apoyamos a los alcaldes en sus necesidades de atención a los servicios esenciales. Las Diputaciones en estos momentos son las garantes de los servicios básicos de los municipios: Guarderías, comedores escolares, inversión en aguas potables, vías locales, etc. Cabe destacar la inversión en el puente peatonal de Les, aún derruído por el impacto de las riadas del 2013 y que se ha podido reconstruir gracias a la ayuda de la Diputación, o la implicación de la institución en la solución a los problemas del Palacio de Hielo de Vielha.

Hablemos ahora del Conselh Generau, ¿cómo valora esta legislatura? 

Unitat d’Aran ha adoptado un papel de oposición constructiva y durante este tiempo hemos intentado ayudar a la gobernabilidad de la institución, conscientes de las dificultades del momento. Pero más allá de las coyunturas, el problema es que Aran tiene un gobierno, pero no existe un proyecto que lo avale. Tenemos problemas estructurales desde el punto de vista de la financiación, de los traspasos de competencias, del propio cumplimiento de la Ley de Aran, y los resultados son muy escasos por no decir nulos. El tema de la financiación es muy sangrante. Aran pierde respecto al modelo del año 2010 más de 2 millones de euros cada año. Eso representa mucho dinero que iba destinado a las políticas propias que ahora son inexistentes. Y, eso repercute también en otros servicios básicos que no pueden recibir fondos complementarios, si no son los de la Diputación de Lleida.

Ha mencionado “servicios básicos”, ¿a qué servicios se refiere?

Ya hace mucho tiempo que se habla de la necesidad de aumentar las plazas geriátricas porque, como era previsible, la ampliación que se hizo en tiempo del gobierno de UA ha quedado pequeña. Ahora, se plantea utilizar el edificio de la antigua residencia de Les, pero pasan los años y seguimos pendientes de decisiones que no resuelven el problema mientras nuestros abuelos están en las residencias de Pont de Suert o Esterri. Hay que decir que éste seria un problema ya resuelto si se hubieran hecho las reformas previstas en el 2011 con la reforma del hospital de Vielha. Ahora será el Conselh quién debe asumir el coste de estas obras con un importe de dos millones de euros. La Generalitat debería haber contribuido a la realización de esta obra y no solo no lo ha hecho, sino que no existe aún acuerdo para la concertación de las plazas públicas de la futura residencia.

¿Cuál será su posición en estos próximos meses en su papel de oposición en la institución?

Nosotros llevamos meses ofreciendo un pacto para crear un frente institucional, reivindicativo y que ponga de manifiesto el descontento general. De momento, esto no se ha materializado, aunque cooperamos en aquellos ámbitos que el gobierno permite el diálogo. Por ejemplo, en la concreción de una propuesta para un nuevo modelo electoral. Ahora bien, creemos que Aran necesita impulsar un modelo que dé respuesta a los muchos problemas que hoy afectan a nuestro territorio, algunos no dependen de nosotros, o sólo de nosotros, pero el gobierno puede hacer mucho en mejorar los ámbitos asistenciales, las oportunidades para los jóvenes, la competitividad de la economía, las ayudas a sectores estratégicos como la agricultura y el turismo que deben afrontar difíciles debates de futuro, etc.

¿Cómo piensa que debemos afrontar los próximos años desde el Conselh Generau d’Aran? 

Debemos plantearnos nuestros retos como país, y ser capaces de crear un clima de entendimiento que ayude a mejorar la capacidad de acción política. Me refiero a lo que ya he comentado de la acción exterior, respecto de la Generalitat y al Estado. Pero también en la relación entre los ayuntamientos y el Conselh, debemos crear una administración más barata y eficiente, capaz de dar respuestas rápidas a los problemas y tener una mirada alta para preparar el futuro.

Por último, usted es presidente de una asociación de municipios de montaña, ¿cuál es su función?

Por primera vez en España tenemos una voz que defiende los intereses de estos territorios que, siempre han sido marginados en materia de infraestructuras y de inversión. Hoy tenemos asociados más de 300 ayuntamientos, 5 diputaciones y una Comunidad Autónoma. En 4 años hemos cogido mucho músculo y estamos planteando algunos proyectos de envergadura y sobre todo, ser una voz fuerte y tenida en cuenta por los gobiernos. Sólo si estamos unidos podremos reivindicar con fuerza las inversiones que la montaña necesita para seguir siendo un territorio bien comunicado y capaz de dar oportunidades a sus habitantes.