Por un Aran y una Catalunya más fuertes y más justos

En lugar de emprender reformas para reactivar la economía, sus decisiones no han hecho otra cosa que empeorar la situación y atacar los derechos y los servicios básicos de las personas, como la sanidad y la educación públicas, con el apoyo continuo y constante del PP, su aliado inquebrantable hasta ahora en el Parlament, pero todavía en instituciones como la Diputación de Barcelona y, más cerca, el Ayuntamiento de Vielha-Mijaran.

En Aran, no hemos sido ajenos a esta deriva, donde nuestro autogobierno ha recibido el mayor recorte de su historia reciente, superior a la media catalana, y, junto al resto de destinos turísticos, hemos tenido que soportar, con el silencio clamoroso de CiU en Aran, una tasa que el sector ha criticado porque se ha implantado sin participación ni consenso y con un agravio evidente con otros destinos competidores que no la aplican.

Hace dos años, CiU nos prometió que todo iría mejor (“por una Catalunya mejor”, era su lema) y hoy hay más paro y recesión. Es fácil achacar la mala gestión a la herencia recibida, pero, como ha asegurado el candidato Pere Navarro, la herencia que recibió CiU del tripartito, ya en tiempo de crisis, no fue peor que la que éste recibió de los gobiernos de Pujol. Ni mucho menos, y eso que el contexto económico era entonces favorable. Por no hablarles de la herencia positiva que dejamos al actual gobierno del Conselh, con 5 millones de euros de superávit. El candidato Barrera dijo que lo primero que haría en el Conselh sería modificar estos presupuestos para “adaptarlos” a la situación de crisis, pero tan malos no debían ser porque todavía no los ha cambiado y sigue con las mismas cuentas aprobadas en diciembre de 2010 por Unitat d’Aran.

Artur Mas ha incumplido casi todas sus promesas electorales. Sin ir más lejos, los compañeros de Mas en Aran, con el entonces conselhèr Barrera a la cabeza, lanzaron, hace dos años, una campaña brutal por todos los pueblos araneses contra el Plan director urbanístico. La realidad de hoy es que este Plan sigue sin modificarse y con los mismos problemas, que se habrían podido solucionar con voluntad de trabajo, como era nuestra intención de haber continuado en el gobierno de Aran. Pero, lamentablemente, la capacidad de gestión, trabajo, influencia y negociación del actual ejecutivo aranés se ha reducido considerablemente, como así lo demuestra también el cierre de la residencia de Les por parte del gobierno de la Generalitat, mientras parece que la crisis se ha convertido en una excusa para paralizar toda su acción de gobierno.

Ante este panorama, desde Unitat d’Aran hemos llegado a un nuevo acuerdo con el PSC, que ha asumido nuestras propuestas a favor de Aran y de su gente. Este acuerdo lo hemos concretado a través del Compromís per Aran, firmado con el primer candidato por Lleida, Àngel Ros, amigo y vecino nuestro también. Con este pacto, proponemos, básicamente, tres cosas: 1. Impulsar un nuevo estatus singular para Aran, a través de una nueva Ley de régimen especial y un mejor marco de financiación; 2. Respetar la voz propia de Aran en la nueva relación que Catalunya ha de pactar con España; y 3. Reforzar la educación y la sanidad y estimular la economía, desarrollando planes estratégicos por el empleo, especialmente para nuestros jóvenes, y aplicando una moratoria para revisar la tasa turística y retomar el diálogo con los empresarios y los emprendedores de Aran y del Pirineo.

Sorprende la poca ambición de CiU con Aran, ya que, si leemos detenidamente su programa, ni propone un nuevo estatus ni reconoce el “carácter nacional” del Valle, como sí lo recoge el programa electoral del PSC. ¿Será que la Catalunya independiente que defiende ahora CiU es homogénea y uniforme? Ante el seguidismo que practican los dirigentes de Convergencia en Aran con su partido en Barcelona, creo que Catalunya no se defiende mejor olvidando la singularidad aranesa y nuestros derechos como pueblo diferenciado, con lengua, cultura e instituciones propias. Si malo es el centralismo que practica el PP, nada bueno cabe esperar de un centralismo a la catalana.

Ahora es tiempo de mirar hacia adelante, de respetar la voz propia de Aran y de reconocer la identidad catalana y nuestro derecho a decidir. Es tiempo de proponer un nuevo pacto con España, que posibilite una financiación más justa para Catalunya. Pero también es tiempo de decidir un nuevo gobierno, un gobierno que piense más en el común de la gente, en la clase media y trabajadora, con más sensibilidad social y mayor preocupación por las pequeñas y medianas empresas, a favor, por tanto, de nuevas formas de reactivar la economía y de garantizar los pilares básicos del Estado de bienestar como sociedad moderna y avanzada que queremos ser.

CiU no ha sido capaz de terminar la legislatura, puesto que todavía le quedaban dos años. Ha dejado pasar su tiempo. Ahora es el momento de abrir una nueva etapa, donde el PSC, y con él UA en Aran, pueda devenir pieza fundamental de la gobernabilidad al servicio de una sociedad más fuerte, más justa, más próspera y más esperanzada. Éste es nuestro propósito y con este afán trabajaremos incansablemente. Aran y Catalunya lo requieren.

FRANCÉS X. BOYA ALÓS, SENADOR Y SECRETARIO GENERAL DE UNITAT D’ARAN-PNA